domingo, 25 de diciembre de 2011

Belén Cueto

En mí opinión los problemas son los mismos o muy parecidos siendo mujer en cualquier entorno profesional, la sociedad sigue siendo muy machista, es más, pienso que ahora estamos en una fase de retroceso si nos comparamos por ejemplo con los años 70 y 80.

Quizá en el entorno de la creación es más llamativo porque se supone que abanderamos la libertad y la modernidad, pero luego ya sabemos que a la hora de la verdad, cuando hay que mandar, el poder sigue estando, tanto en micro como en macro, en manos de ellos y si quieres estar ahí en igualdad, tienes verdaderas luchas, con más o menos sutileza, para poder defender tus posiciones e ideas. Como en cualquier otro entorno profesional, aunque haya siempre algunas excepciones, el machismo todavía lo tiñe todo.

Donde he notado más prejuicios y problemas es en el ámbito social, lo que significa ser artista y performer socialmente y como esto influye en tu vida personal. 
 
El desconocimiento de esta práctica y el irrelevante reconocimiento social, provoca que al margen del entorno artístico, la gente se pregunte por lo que haces y muchas veces no lo entienda, estas circunstancias generan rechazo y desvalorización, esto a veces es un poco ingrato y de alguna manera genera aislamiento.

Creo que en general todavía las formas de relacionarse, de trabajar, negociar o llegar a acuerdos, son códigos y protocolos que han salido de los hombres, de las estructuras patriarcales; las mujeres todavía no hemos podido afianzar nuestras formas, que son igual de válidas pero distintas y no están presentes lo suficiente como para generar una alternativa real; siguen estando muy cómodamente bajo sospecha, obviamente las milenarias estructuras patriarcales no se modifican fácilmente, por eso hay que mantenerse trabajando aunque sea desde la minoría y lo casi anecdótico, porque es la única forma de generar un modelo diferente, es una labor de resistencia.

Las mujeres contamos de otra forma y otra realidad. Sin este esfuerzo por seguir trabajando, parte de nuestra realidad se quedarían sin voz y sin imagen, cuanto más variada sea la voz, más diverso y rico será lo que se trasmite, por eso es importantísimo que se pueda contar desde todas las opciones posibles, y creo que la de las mujeres, teniendo en cuenta que somos la mitad de esta realidad, es imprescindible que esté presente, aunque todavía sea desde una posición claramente desigual. Nuestras formas de ver el mundo y vivir la vida tienen que estar presentes y encontrar el lugar legítimo que les corresponden. Personalmente creo queda mucho por delante.

La Educación, es la gran aliada para que las estructuras sociales sean más plurales y representativas de todas las realidades que existen y quieren ser visibles. Los resultados de esta estrategia son siempre a largo plazo y cuando se alcanzan ciertos objetivos aparecen otros tantos. Para intentar incidir de manera más inmediata y con una clara voluntad de apoyo a las artistas mujeres, habría que hacerlo a través de las políticas y ayudas culturales.

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