En
mí opinión los problemas son los mismos o muy parecidos siendo
mujer en cualquier entorno profesional, la sociedad sigue siendo muy
machista, es más, pienso que ahora estamos en una fase de retroceso
si nos comparamos por ejemplo con los años 70 y 80.
Quizá
en el entorno de la creación es más llamativo porque se supone que
abanderamos la libertad y la modernidad, pero luego ya sabemos que a
la hora de la verdad, cuando hay que mandar, el poder sigue estando,
tanto en micro como en macro, en manos de ellos y si quieres estar
ahí en igualdad, tienes verdaderas luchas, con más o menos
sutileza, para poder defender tus posiciones e ideas. Como en
cualquier otro entorno profesional, aunque haya siempre algunas
excepciones, el machismo todavía lo tiñe todo.
Donde
he notado más prejuicios y problemas es en el ámbito social, lo que
significa ser artista y performer socialmente y como esto influye en
tu vida personal.
El
desconocimiento de esta práctica y el irrelevante reconocimiento
social, provoca que al margen del entorno artístico, la gente se
pregunte por lo que haces y muchas veces no lo entienda, estas
circunstancias generan rechazo y desvalorización, esto a veces es un
poco ingrato y de alguna manera genera aislamiento.
Creo
que en general todavía las formas de relacionarse, de trabajar,
negociar o llegar a acuerdos, son códigos y protocolos que han
salido de los hombres, de las estructuras patriarcales; las mujeres
todavía no hemos podido afianzar nuestras formas, que son igual de
válidas pero distintas y no están presentes lo suficiente como para
generar una alternativa real; siguen estando muy cómodamente bajo
sospecha, obviamente las milenarias estructuras patriarcales no se
modifican fácilmente, por eso hay que mantenerse trabajando aunque
sea desde la minoría y lo casi anecdótico, porque es la única
forma de generar un modelo diferente, es una labor de resistencia.
Las
mujeres contamos de otra forma y otra realidad. Sin este esfuerzo por
seguir trabajando, parte de nuestra realidad se quedarían sin voz y
sin imagen, cuanto más variada sea la voz, más diverso y rico será
lo que se trasmite, por eso es importantísimo que se pueda contar
desde todas las opciones posibles, y creo que la de las mujeres,
teniendo en cuenta que somos la mitad de esta realidad, es
imprescindible que esté presente, aunque todavía sea desde una
posición claramente desigual. Nuestras formas de ver el mundo y
vivir la vida tienen que estar presentes y encontrar el lugar
legítimo que les corresponden. Personalmente creo queda mucho por
delante.
La
Educación, es la gran aliada para que las estructuras sociales sean
más plurales y representativas de todas las realidades que existen y
quieren ser visibles. Los resultados de esta estrategia son siempre a
largo plazo y cuando se alcanzan ciertos objetivos aparecen otros
tantos. Para intentar incidir de manera más inmediata y con una
clara voluntad de apoyo a las artistas mujeres, habría que hacerlo a
través de las políticas y ayudas culturales.
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